viernes, 31 de julio de 2009

Niña precavida

Mi abuela siempre decía: “por las dudas, siempre hay que tener dos velas, generalmente, cuando una se apaga la otra queda encendida”. Y eso es lo que aplica Valentina, una niña de tres años, a la que el nene de la salita de dos llama su novia, princesa, bonita. Y la relación parece ser cierta cuando se los ve de la mano, a los abrazos y besos.
Pero la nena, a veces, se enoja con él porque mientras ella quiere jugar a las escondidas, el pequeño quiere correr carreras. Entonces, se muestra dolida. Pero, en el fondo, es una niña precavida y si algo no resulta, no hay mal que por bien no venga. Entonces, le confiesa a su seño:
-Vení que te cuento un secreto...
-¿Qué Valentina?
-Yo estoy de novia .
-Ah sí, ya sabemos.
-No, es un secreto.
-Si, ya vimos...
-No éste no, otro, de otro lugar, que se llama...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maamaaaa la que nos espera, ja,ja,ja