miércoles, 1 de julio de 2009

Mucha pena

Cambia, todo cambia. Volví a mi provincia por distintos motivos. Pero uno de ellos era que extrañaba ciertas cosas. Terrible fue, después de casi cuatro años de ausencia, encontrarla tan distinta.
Gobernantes “abúlicos, sordos, necios”, que anteponen intereses de pocos y dañan a muchos. Un sistema de salud decaído y hasta decadente. Un ámbito escolar que no puede contener y desespera. Más miseria. Más peligro. Más inseguridad. Más caos vehicular.
Funcionarios de salud viajando por el mundo, cuando la gente no tiene idea cómo afrontar la Gripe A. Mientras, hay cucarachas en las salas de los hospitales. Ni siquiera las acequias son las de antes. Mugre. Agua estancada, esperando focos de infección y propagación de pestes.
Que tristeza tan grande. Mendoza ya no es la de antes.

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