martes, 6 de octubre de 2009

El clic, el sabor metálico y la papanatas

Sintió un clic y el sabor metálico le atravesó la garganta. No sabría hasta después de unas horas que el sonido provenía de una 9 milímetros.
Había tenido la suerte de salir del edificio en el momento justo. Pero el destino la hacía volver en el menos indicado. Ingresó por la puerta de doble hoja y notó algo raro. Pero eso no la detuvo. Caminó diez pasos, hasta que alguien la tironeó de su abrigo. “Quedate quieta nenita que esto es un asalto”.
En segundos, pasó a integrarse al grupo de colegas que había quedado de espaldas a los asaltantes, sin poder mirarse. Algunos, casi, sin poder respirar. Recordó que tenía su teléfono celular en el bolsillo de la campera. Metió su mano con la intención de apagarlo. No sabía cómo podría reaccionar si sonaba. Y volvió a sentir la voz: “¡Te dije que te quedaras quieta! ¿No entendés?.
Comenzaron a sudarle las manos y a aflojársele las rodillas. Las imágenes pasadas revoloteaban en su mente. No estaba segura de estar viviendo todo en un segundo o en una eternidad. Y en ese tiempo todo se iba y todo volvía.
Las corridas indicaban que el atraco estaba por terminar. Cuando eso sucedió, simplemente le ordenó a sus pies moverse. Guardó las emociones. Se aseguró de que sus afectos supieran que estaba bien antes de que vieran las noticias y, luego, volvió a trabajar. No vio rostros. No fue una testigo clave. No perdió la cordura cuando alguien la trató públicamente de papanatas por no haberse dado cuenta de lo que pasaba. No lloró. Pero jamás olvidó la escena. Y cada vez que pisaba el lugar en el que había estado pensando en qué terminaría la historia, volvía a sentir el clic metálico que la dejó con vida.

4 comentarios:

Katy dijo...

Buen temple, hace falta ser fuerte.
Un asalto de un banco perfectamente descrito a traves de los ojos de una mujer fuerte.
Me ha gustado y tiene emoción.
Un saludo

Taty dijo...

Hoy me has sorprendido con esto. No sé cómo hacés para recolectar historias, pero está buena la variedad.
Taty

fher dijo...

Me gustan las mujeres de tus historias, mujeres fuertes que ven la vida desde otra perspectiva. Hay muchas mujeres que deberían leer tus relatos.

Besos

Gabriela Moreno dijo...

Katy: me elegra que te gustara. Como a mí me gustan tus recetas.
Taty: Espero poder sorprenderte otra vez.
Fher: Me doy por satisfecha si estos relatos reales, además de permitirme escribir, permiten que otras mujeres se reflejen o se expresen u obtengan algo para ellas.
Gracias a todos por sus aportes.
Saludos