jueves, 15 de octubre de 2009

La psicología de Cecilia

Cientos de especialistas hablan de los cambios que se producen psicológicamente en las mujeres de cuarenta. A veces resultan ciertos. Otras no. Algunas optan por dar giros inesperados para los demás, pero muy analizados y esperados por ellas.
Ese fue el caso de Cecilia, quien se sumó al porcentaje de las que quieren volver a estudiar, aunque ya se hayan realizado profesionalmente.
Ella había obtenido su título de Perito mercantil y, luego, un diploma que colgó orgullosa al recibirse de Contadora. Pero con los 40 recién cumplidos, se descubrió amante de la psicología. Lo pensó, lo meditó y se inscribió en la carrera que sospechaba sería su puerta de ingreso a una nueva vida.
Pero no pensó en cómo iba a reaccionar su marido. Tampoco se molestó en consultarlo demasiado. Sólo anunció, ya que supuso que estaría de acuerdo. Entonces, siguió adelante. Pero, siempre hay un pero. Cuando llegó el momento de sentarse a estudiar para rendir finales, notó que le resultaría más práctico unirse a un grupo o al menos a un trío o simplemente formar un dúo.
Allí comenzaron los problemas. Cecilia, totalmente extrovertida, coqueta, graciosa, jocosa y linda, no obtuvo ni un solo sí de sus compañeras al momento de buscar con quién estudiar. Pero, consiguió muchos de sus compañeros. Eligió a uno e hizo planes.
-Amor, voy a empezar a estudiar con Ramiro.
-¿Qué?
-Que quedé con Ramiro para preparar una materia.
-¡No, vos estás loca!
-No me importa lo que digas. Mañana empezamos en su departamento.
-¿Pero en qué estás pensando. Te vas a meter en el bulín de un tipo?
-¡Ay, qué decís, si es un niñito, tiene 20 años!
-¡Definitivamente estás loca!
-Bueno, entonces que él venga a casa.
-¿Me estás hablando en serio? ¿Pensás meter un hombre en casa? ¿En qué estás pensando?
-En estudiar, en qué más podría estar pensando.
-¡En mí. Podrías estar pensando en mí!
-Voy a estudiar con Ramiro te guste o no.
-Mirá, que te quede claro: es él o yo.
Cecilia se pasó las manos por la cara. Lo miró a los ojos y dijo: esta vez soy yo. Ni él ni vos. Que te quede claro.

1 comentario:

fher dijo...

¿Porqué somos tan poco inteligentes los hombres? Pobre el marido de Ceci, cavó su propia tumba. Esta clase de hombres son las que dejan mal parado al género. Jajaja

Besos