sábado, 27 de junio de 2009

Tienes un e-mail. Tené cuidado cuando respondas

Cuando en 1998, Meg Ryan y Tom Hanks usaban una computadora portátil en “Tienes un e-mail” para comunicarse, sentía que faltaba mucho tiempo para que parte de nuestras vidas se concentraran entre una bandeja de entrada y otra de salida.
Pero no fue demasiado. Y así empezamos a recibir y enviar mensajes. A los familiares, amigos, jefes, conocidos y desconocidos. Escritos sobre solidaridad, saludos, pedidos de ayuda, trabajo, consejos, recordatorios, virus. Todo desde un espacio minúsculo que se transforma en infinito.
Y así como con algunos textos se logra movilizar, ayudar, cambiar, trabajar, delegar. Con otros se consigue alejar, equivocar, confundir. En cualquier momento se pueden recibir elogios, quejas o insultos de gente que se conoce o no. Ofertas de todo tipo, que -por lo general- no interesan. Pero también se encuentran cosas que se envían por error y te divierten mucho o te arruinan.
Y esto último le pasó a Adriana, que quiso mandarle un mensaje a su amante, pero equivocó el nombre en la casilla de enviar y se lo mandó directamente a la mujer del mismo, quien era su compañera de trabajo.
Y ni hablar de esa persona a la que le pidieron una lista de mujeres con algunas características personales, con la intención de buscar invitadas para un evento "de nivel". Quien lo confeccionó, no sólo dio pelos y señales de cada una, sino que algunas las dejó como unas pobres idiotas. Y nada hubiese pasado si hubiera enviado el mail a quién se lo pidió. Pero equivocó el procedimiento y se lo envió a cada una de las criticadas. Obvio un gran error que corrió como reguero de pólvora. Inolvidable.
Yo misma quise contestar un mail que reenviaron, que contenía un pensamiento de alguien a quien califiqué como un “boludo” en la respuesta. Pero en vez de responderle a la persona que me lo mandó, se lo envié al mismísimo “boludo”.
Y hay muchos errores más. Pero para dicen que para muestra sobra un botón. Y aquí les dejé tres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no solo con los mails, ahora con internet pasa de todo, y si estas en facebook ni hablaaaar, porque si hablas seguro metes la pata en algo.

Anónimo dijo...

Una vez planee una fiesta para mis amigos más cercanos y en vez de mandarle la invitación a un grupo reducido se lo envié a todos mis contactos, fue un papelón porque empezaron a caer todos a mi casa y no me alcanzó ni el agua para convidar y eso no fue nada, lo peor es que tuve que verle la cara a muchos indeseables...