miércoles, 3 de junio de 2009

Diez años de cartas

Frase diaria: “te mando un mail o un mensajito”. El cartero ahora sólo trae los impuestos. Atrás quedó lo que logramos con Mercedes.
Cuando teníamos 8 años de edad, nos conocimos en unas vacaciones familiares en Córdoba. Sólo nos veíamos algunas horas por día, junto al río. Eso fue suficiente para entablar una amistad, que mantuvimos por carta durante diez años.
Cuando cumplimos los 18 nos volvimos a ver. Fui de visita a su casa en Buenos Aires. Sólo con los recuerdos de la infancia y las cartas que llegaban a nuestras respectivas casas cada quince días.
Pasamos los 20 y seguimos con las cartas. Nos vimos un par de veces más, en uno que otro viaje ocasional de Mechi a Mendoza. Pero, luego, el e-mail invadió mi espacio. No el de ella. Y las mudanzas y el tiempo y los cambios de teléfonos nos hicieron perder el contacto. Pero no pierdo las esperanzas de un reencuentro. La he buscado en cuanto sitio de Internet he podido. Sin duda, ella sigue sin sumarse a la tecnología. Pero si algo me dio mi amiga Mecha en todos estos años fue el inmenso recuerdo de una amistad creada a través de las letras. Y las de puño. Nada de máquinas de por medio. Me dio una historia para recordar toda una vida. Como será nuestra amistad aunque los e-mail nos hayan distanciado.

No hay comentarios: