lunes, 22 de junio de 2009

Cuando se pierde la solidaridad...

Estoy convencida de que cuando un pueblo olvida la solidaridad está perdido. Hoy, salía de ver a mi padre en el hospital y me topé con una historia de una mujer desesperada. No sólo porque su marido está internado con una aneurisma, sino porque no entiende cómo puede haber gente tan poco razonable.
No hablé con ella. Pero escuché que necesitaba ir a su casa a buscar algunas cosas. Cansada, decidió tomarse un taxi. Pero tuvo que esperar un rato. No porque no hubieran, sino porque cuando les decía que tenía que recorrer sólo seis cuadras, le contestaban que no la llevarían. Simplemente, porque el costo del traslado sería menor de 5 pesos.
Comentó que no es la primera vez que le pasa. Incluso, algunos choferes le sugieren que camine. "Si, al fin y al cabo, el trayecto es corto".
Supe después que encontró un taxista que aceptó llevarla. Al menos de cinco, uno fue solidario. ¡No, que estoy diciendo! Están para eso, les pagamos por su servicio. Pero, en fin, mientras uno haga las cosas como debe, queda algo de esperanza.

1 comentario:

Natalia dijo...

Cuando estudiaba, llegaba a la terminal de LP con mis bolsos bien cargados y tenia que ir hasta la estación de trenes, a pocas cuadras.
Todavía me acuerdo las palabras del taxista "Me arruinaste el día, nena"
- Bueno, me bajo! - No ahora ya está.
Con seguridad el que me arruinó el día fue el.

Para contrarrestar encontré al taxista solidario, que reconoció que se trata de un servicio. No se pueden negar ni andar tratando mal a la gente.

Hay de todo en este mundo...

Gracias por tu paso por mi Blog.
Me gustan tus historias, paso con frecuencia por aquí.

Un Saludo!