viernes, 7 de agosto de 2009

"Planchate el traje"

Me reí junto a las demás cuarentonas (y cuarentones) cuando le hicieron el típico chiste a la que ya había pasado los cincuenta, después de comentar que alguna vez iría a una playa nudista. "Che, si vas planchate el traje". Detrás de las carcajadas o muecas burlescas quedó la anécdota. Pero delante de mis ojos un espejo imaginario.
En quince o veinte años seremos otras las que tendremos que pensar en nuestros "trajes". A menos, claro, que no nos interese o que la genética o la cirugía plástica ayuden.
De repente, mi mente se había quedado en otro lugar. Estaba justo donde debía, en el momento indicado, pensando qué tan afectada se sentía por el envase que la contenía. Le temo a las cirugías pensaba. Pero ayuda la genética. Sí, a los cuarenta. Pero qué a los cincuenta, a los sesenta y a los setenta. La respuesta estaba servida como postre de la cena que compartíamos. Sólo hay dos opciones. Tratar de planchar el traje o simplemente vivir sin esperar las risitas socarronas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay otra opción, en vez de ir a una playa nudista podemos practicar buseo, con el traje nadie te ve el traje propio, ja,ja,ja

Anónimo dijo...

Yo propongo comernos todo, entonces la piel se estira y desaparecen las arrugas!

Lucy dijo...

Yo he visto en Argentina, mujeres con medias de lycra en la playa para que no se les noten las imperfecciones, ¡Pueden creerlo!