viernes, 28 de agosto de 2009

Mal bicho, todos te dicen que sos...

Pía Ar siempre lograba acaparar la atención. No era ni la más llamativa, ni la más inteligente, ni la más destacada. Pero sí la más informada del grupo. Siempre tenía alguna novedad. Siempre sabía algo. Y si no, lo inventaba.
Quizás eso era lo que la hacía estar, permanentemente, rodeada de otras mujeres. Al principio entusiasmaba con su charla. Después daban ganas de seguir escuchando cómo continuaban sus historias. Hasta que llegaba el momento en que alguna pasaba a ser parte de ellas. Y Pía Ar lograba su cometido. Armar revuelo. Nunca se supo por qué disfrutaba con ello. Tal vez estaba en su naturaleza.
Hacía y deshacía cómo quería. Lo curioso era que aunque todas empezaban a darse cuenta de su juego, lo seguían jugando. Enfrentarla, costaba algunas lágrimas y resquemores posteriores. Pero ella seguía su sendero, yendo y viniendo, dejando huellas, como si sembrara espinas.
Si habrá armado revuelo esparciendo plumas por todo el gallinero. Podría haber sido la rival perfecta para Cruella De Vil, pero ella no estaba allí para enfrentarla.
Algún día cambiará pensaron muchas, aunque comenzaron a observarla con más cuidado. Algún día algo o alguien la pondrá frente a su yo interior y saldrá su mujer real.
Eso nunca sucedió. Pía Ar tiene todo lo que siempre quiso. Y quizás más. Excepto amigas.

No hay comentarios: