viernes, 1 de mayo de 2009

Como la Cenicienta

Quizás ha pasado una década desde que cerraron el café Harley de la calle Colón, que ambas frecuentaban. Para ellas era algo así como el after hour actual.
Una noche estaba tan lleno que un conocido las invitó a compartir la mesa. No recuero si me dijeron su nombre. Si lo hicieron no lo retuve. Estaba con su novia. Era llamativa. Usaba un escote pronunciado. Demasiado. Su cuerpo estaba absolutamente ajustado por la ropa. Lo único suelto era su cabellera. Salvaje. Sin presencia de crema antifrizz.
Dicen que ella comenzó a halagarlas y a pedir demasiados detalles sobre la ropa, color y marca de esmaltes de uñas, tono de tintura y lápiz labial. No paró de preguntar y, lo que les resultaba peor aún, no dejó de hablar. Parecía obsesionada con la imagen.
Se excusó como una lady para retirarse unos minutos. Al fin le dejaba espacio al silencio. Pero éste nunca llegó. Las amigas empezaron a interrogar al conocido:
-¿De dónde la sacaste?
-¿Es linda, no?
-Sí. Pero un poco pesada con las pinturitas y la ropita...
-Admítanlo chiquitas, es hermosa.
-Sí, pero un poquito densa con sus preguntas.
-Es que a veces le cuesta conseguir cosas y elegir y todo eso... Especialmente con el tema de los zapatos.
-¡Con los zapatos. Hay cientos para elegir!
-Pero ella tiene un problemita con sus pies, pobrecita. Después fíjense.
Cuando caminaba de regreso hacia la mesa, las amigas morían por mirar hacia abajo. De reojo, trataron de distinguir el problema. Pero no pudieron ver más que la punta de sus zapatos. No podían quedarse con la intriga. Así fue que con un gesto cómplice, dejaron caer un encendedor al piso. Ambas se agacharon casi a la vez a recogerlo. Y ahí estaban. Negros, cerrados, taco ni grueso ni fino, talle 43 ó 44.
Sin dudas, era el travesti más distinguido que habían visto en su vida. Por suerte, para él, años más tarde una zapatería de la calle San Martín incorporó calzados femeninos hasta el 45.

4 comentarios:

Tandra dijo...

Hola Gabriela, que pena entre a tu blog pensando (ya eso es una falta de coincidencia entre nosotras) digo pensando que iba a encontrar algo reflexivo, en cambio solamente veo el pobre estereotipo de la vanidad femenina, o sea que el bolg de mujeres en mdzol no es mas que discriminacion de genero: ropa y zapatos (objetos).Lo lamento en serio, igual te ayudo a ver el vaso medio lleno, si te leen mucho: buenisimo! vas a estar chocha y seguiras comprando muchos zapatos y menos libros; si no te lee nadie: buenisimo! empezaras a comprar mas libros y menos zapatos y yo pensare hay esperanza! no somos todas tan huecas como para dejarnos tratar como cosas decorativas que de lo unico que pueden reflexionar es de la menstruacion.

Gabriela Moreno dijo...

Tandra: Gracias por tu comentario. El blog no es de Mdz, es mío. Y por suerte no somos iguales. Porque eso hace la diferencia. No quiero dar explicaciones científicas de nada. Simplemente escribo lo que escucho y siento. Te comento que no compro muchos zapatos, porque no me interesa y tampoco me sobra la plata para eso. Lamento que lo lamentes y te invito a que no pierdas tu tiempo leyéndome. La ciudad está llena de buenas librerías y bibliotecas.
Gracias.

Anónimo dijo...

Gabriela a mi me gusta tu blog, me divierte, no estoy de acuerdo con tandra

Anónimo dijo...

Tandra vos no usas ropa y zapatos