
Mientras la que se divorció hace unos meses relata su aventura con su compañero de oficina, ella piensa en la pila de ropa que dejó sobre el canasto para lavar.
Mientras la más joven del grupo cuenta cómo logró escapar de las garras de un baboso empedernido, ella nota sus oscuras ojeras en un espejo diminuto que está sobre la ventana.
Mientras la más desinhibida deja a la luz las fantasías que desearía poner en práctica por la noche, ella se siente distante, fría, ausente.
Mientras todas ríen y se liberan, ella piensa en preparar la cena, en estar a horario y en bañar a los niños.
Mientras agarra la cartera para volver a su casa, su marido piensa en dejarla.
1 comentario:
Cosas del destino. No sabes nunca dónde te sale al encuentro. Feliz Año Gabriela
Un beso
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