sábado, 7 de noviembre de 2009

La mujer de los lazos amargos

Isabel tiene seis hijos, dos trabajos y un marido ausente, que viaja mucho en busca de oportunidades para una vida mejor. Mientras, ella se ocupa y se preocupa por salir adelante.
Cada vez que él regresa defraudado, la tensión se hace insoportable. Ella trata de mantenerse callada. De que sus hijos vivan tranquilos. Pero todo se derrumba ante el primer vaso de cerveza que él ingiere.
Isabel no soporta los gritos. Menos aún el maltrato. Lo echa. Siente estar segura de querer la paz que busca hace tantos años. Pero él vuelve. Y ella confía. Le abre la puerta. Sin embargo, la historia se repite.
Isabel ha jurado cortar lazos. Pero no puede. Cada vez que intenta hacerlo los ata con más fuerza. Llora. Sufre. Teme. Y ahí está, otra vez, durmiendo a su lado.

4 comentarios:

Katy dijo...

Hola Gabriela es la historia de las mujeres maltratadas que de alguna maner tienen el síndrome de Estocolmo." Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio....contigo porque mematas y sin ti porque me muero"
Un beso y feliz domingo.
P.D. Escribes muy bien

fher dijo...

Siempre me pregunto por qué pasan estas cosas que a veces parecen inevitables. Muy bueno como siempre!! Aunque esta vez un poco más desgarrador.
Me encantó el título.

Besos

Anónimo dijo...

enfermas se llama eso...

Walden dijo...

Una vez, hablando sobre esto, una amiga me preguntó: ¿Tú qué harías si vieras a un niño comiendo fango?, "Quitarlo, claro", le respondí. "¿Te aseguraste antes de que tuviera otra cosa que comer?"
A veces, ven un abismo al otro lado, y no se atreven a salar. No es sólo que sigan esperanzadas en que cambie; con el tiempo se va abandonando ese ilusión.
Un relato tristemente actual aún.