viernes, 29 de octubre de 2010

Un recuerdo dormido

El simple hecho de respirar aire fresco le hacía pensar que la mañana sería diferente. La noche la había llevado de sobresalto en sobresalto tras sueños inesperados.
Por años había tratado de espantar el fantasma que de vez en cuando volvía a irrumpir en sus pensamientos. A veces llegaba solo. Sin aviso. Otras era arrastrado por quienes intentaban mantenerlo cerca.
Y si bien había aprendido a convivir con él, la noche había querido envolverla en un recuerdo dormido, simplemente con la intención de molestarla. Y aunque ella sabía que no podía borrarlo y menos aún negarlo, sí se sabía capaz de aquietarlo.
Esa mañana estaba dispuesta a sacar de su mente la imagen de aquella mujer luminosa que la envolvía en elogios para luego arrancarle, sin tapujos, en menos de un suspiro, parte de sus ilusiones. No la quería en sus sueños. Menos aún durante el día. No la quería.
De nada le importaba que la hubiera tratado como a una hija o como a una madre o como a una hermana. Estaba dispuesta a negarle la entrada a su mente.
Lo más sencillo hubiera sido cerrar los ojos y dejarse llevar por los aromas húmedos que el jardín le arrojaba. O lanzarse sobre la computadora en busca de alguna tarea mecánica. Pero su mente no quería apartarse del fantasma que durante la noche la había visitado en sueños.
Arrebatada tomó el teléfono y marcó sin pensarlo. Escuchó la voz -que no parecía para nada provenir del más allá- decirle hola. Pensó en colgar pero ya no tuvo tiempo. Sólo tenía que decir lo que había tenido en su cabeza todo el tiempo. “No te quiero en mis sueños y menos aún en mis mañanas. No te quiero”.
Sin embargo sintió que sus labios la traicionaron con un “te quiero”. Los hombros se le aflojaron y el sollozo la tomó por sorpresa. El fantasma tomaba forma y hablaba: “Tranquila hermana. Llorá tranquila. Ya tendremos tiempo para hablar”.

3 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

Qué duro es pasar la vida perseguida por un fantasma y no tener la fuerza de espantarlo.
Son historias muy duras las que nos traes; pero muy bien contandas.
Un placer leerte.
Hasta la próxima.

Pluma Roja dijo...

Me gustó tu relato, tiene un cierre inesperado. Terrible ¿No?

Un abrazo,

Hasta pronto.

Abuela Ciber dijo...

Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor.
(Hamilton Wright Mabi)
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GABRIELA:
Deseandote una Nochebuena y Navidad poblada de buenos sentires, recibe mi cariño.